Mosaic Barcelona by Ona

Este hotel tenía un espacio mínimo: ni un armario, ni cajones, ni siquiera un lugar para colgar dos toallas, y eso que era una habitación para dos personas. Todo es reducido al mínimo, excepto el precio. Era difícil dormir porque entraba toda la luz. Había un cristal entre la habitación y el baño. Tuve que llevar un antifaz y tomar alguna pastilla para poder dormir. Decidimos abandonar el hotel tras la primera noche, a pesar de que nos cobraron por los dos desayunos. Mi consejo es que vayas a desayunar a un bar.

Situado en plena Rambla Catalunya en un edificio maravilloso. Reservamos la suite con terraza interior. Muy cómoda y limpia sin excesos. La calidad en relación al precio es excelente. El equipo de trabajadores fue muy amable y correcto. No puede contar con un parquing propio pero muy cerca hay uno privado a un precio asequible. En definitiva, una magnífica opción para cuando lo necesitemos.

Me alojé en una suite con mi pareja, hicimos el check in a las 9 de la noche y esperamos 30 minutos hasta que alguien apareció en la recepción. A mi salida, a las 12:15 hrs un hombre de recepción tocaba insistentemente la puerta de la suite alertándome de que el check out era a las 12 hrs (apenas habían pasado 15 minutos). Me encontraba sola, abrí la puerta un poco para decirle que estaba terminando de empacar y me comenzó a amenazar y a gritar que tenía que abandonar el hotel inmediatamente. Me expliqué que me estaba vistiendo y él metió el pie para no dejarme cerrar la puerta y comenzó a empujarla. Fui acosada por este tipo, logré cerrar la puerta y el tipo se quedó fuera de la habitación sin moverse, amenazandome y gritandome de cosas que me cobrarían otro día por los 35 minutos que me había excedido a ese momento. No había ni closets, ni cafetera, ni siquiera agua. Pésimo servicio, decididamente no lo recomiendo. Estoy segura que tomarán medidas contra el hombre de recepción que es un acosador de mujeres ?….

La calidad del desayuno dejaba mucho que desear. Estábamos recibiendo una "caja" y ni siquiera había leche (en polvo). Por tanto, decidimos salir a desayunar fuera aunque tuviésemos que pagar. Además, en el hotel no había salas o espacios para relajarse fuera de la habitación, sólo contaban con una terraza con 4 mesas.

Ubicado en una excelente zona cerca de varias atracciones turísticas, pude disfrutar de una hermosa vista de la ciudad desde la habitación. Lo único negativo fue que nos fue asignada una habitación para personas con discapacidad sin consultarnos primero, lo que resultó un poco molesto al tener que adaptarnos a un baño con regadera y escusado especialmente diseñados para discapacitados.