Casual Colours Barcelona

Un hotel de dos estrellas que ofrece una estancia limpia y agradable. Ubicado en la avenida Tarradellas, se puede descansar sin problemas. El personal es muy amable y todas las habitaciones ofrecen todas las comodidades básicas. Las habitaciones tienen espacio suficiente, incluso para los que eligen una habitación con vistas al exterior. El desayuno es muy bueno.

El personal se mostró excelente. La entrada estaba decorada con buen gusto. El primer día nos obsequiaron con un café. Además, nos dejaron un regalo cada día. La habitación era espaciosa para 3 personas. Contaba con una cama doble y otra más pequeña, ambas cómodas. Disponía de una pequeña nevera. El baño estaba en buenas condiciones y contaba con gel, champú, acondicionador y crema para el cuerpo. El desayuno, aunque pequeño, ofrecía los alimentos necesarios para empezar el día con energía, todo fresco y sabroso. Para nuestra hija, que no desayunaba, tuvimos la oportunidad de llevarnos lo que quisiéramos y nos compraron zumos envasados. La ubicación era estupenda, muy bien comunicada, con bus y metro próximos e incluso se podía llegar hasta la plaza España caminando sin problemas. La decoración de la habitación, sin embargo, no era tan colorida como en las fotos de la web. Lo peor de todo era el ruido que se oía en todo momento: del pasillo, de los bajantes de agua, del ascensor (que estaba al lado de nuestra habitación) y también del aire acondicionado, que tuvimos que apagar por el molesto ruido aunque nos tocara aguantar el calor.

La atención recibida por parte del personal de recepción fue amable y atenta. La habitación nos sorprendió de forma muy positiva: era grande, luminosa y bien equipada, con sillones, un sofá-cama, nevera y dos grandes y bien aisladas ventanas, dos armarios con su correspondiente caja de seguridad, y el baño correcto. Lamentablemente el extractor era viejo y muy ruidoso, el agua de la ducha caliente tenía poca presión y mezcla fatal, y además había presencia de humedad debajo del lavabo. La guinda del pastel fue que a las 23:30h se activó la alarma de incendios, sin que nadie del personal acudiera ni llamase. Todo esto siendo conscientes de que pagamos 180€ (+ 1,43€ de tasa turística) por esa noche, buscábamos algo sencillo únicamente para pasar una noche pre-operatoria. Esperamos que este incidente no vuelva a suceder nunca más. Estábamos en la habitación 207.

La habitación que obtuvimos estaba absolutamente anticuada, con aspecto de datar de los años 70. El ruido que llegaba a la habitación, hacía imposible conciliar el sueño. Simplemente una porquería.

Ubicado en una buena zona, hay autobuses que llevan directamente a Las Ramblas. La habitación era muy pequeña, solo 8m2. El baño estaba bien, pero pagamos 7 euros extra para un desayuno buffet que fue realmente insuficiente. Al final tuvimos que pagar 117 euros.