Hotel 1898
Acerca de
En el antiguo Palacio del Marqués de Comillas
En las Ramblas el Hotel 1898 es uno de nuestros hoteles favoritos en Barcelona. El hotel 1898 fue conocido como el Palacio del Marqués de Comillas. De este pasado glorioso conserva una cierta atmósfera y la armonía de sus volúmenes.
Apreciamos especialmente su terraza en la azotea con una piscina, habitaciones grandes, un hermoso balneario y un restaurante dirigido por el chef Carles Boronat. Sin dudarlo es una muy buena elección!
Instalaciones
Opiniones
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La estancia fue muy cómoda y el personal brindó un excelente servicio. Además, el hotel está muy bien ubicado y cuenta con excelentes instalaciones. Lo mejor de todo fue la amabilidad y atención que recibimos durante nuestra estancia. En general, nuestra experiencia fue muy positiva.
No sabría por dónde empezar. Venimos desde México a disfrutar de Barcelona y sin lugar a dudas nuestra experiencia fue espantosa. La terraza es hermosa pero mal atendida con una carta sin pretensiones y servicio pésimo. Nos fuimos con solo bebidas muy caras y comida escasa. Decepción para ser un huésped. Además, las dos noches que estuvimos nuestra mesa seguía con las mismas luces fundidas. Se supone que estos detalles deben cuidarse. Decidimos visitar el spa y nada funcionaba. Le comunicamos nuestro caso a recepción y enviaron a un señor con olor a tabaco cosa que nos desagradó enormemente. El calor en la habitación fue insoportable y de nuevo enviaron al mismo señor que no resolvió nada. En el desayuno, esperamos mucho para que nos asignaran mesa y no entendimos por qué habían personas hablando entre ellas sin atendernos. Solicitamos dos veces abrir la caja fuerte y nadie vino. Al final, solo dejamos las fundas y monedas dentro ya que debíamos marcharnos.
Me alojé en un lugar en julio, con vista al techo. A pesar del calor afuera, el lugar manteníase fresco, con ricas comidas, decoración intima y ambiente padvé, y el servisio era impeckable! Definitivamente recomiendo!
Todo fue maravilloso, la atención y hospitalidad del personal fue excepcional. El salteño que nos recibió en el roof top nos hizo sentir como en casa. Además el spa fue único, nos encantó. Las habitaciones también estaban muy bien. Sin duda alguna, si vuelvo a Barcelona, me alojaría de nuevo.
Una vez que pasas por la puerta, desde el primer momento te sientes rodeado de profesionales comprometidos para que tu estancia sea una de las mejores. El trato es amable y cercano, el desayuno es excelente, la terraza es un sueño y la cama es muy cómoda. Muchísimas gracias. Estoy deseando volver.