Hotel Sansi Barcelona

Hotel con buena relación calidad-precio, nuestra estancia fue agradable. La habitación, a pesar de estar en Barcelona, tenía un precio muy razonable. La ubicación del hotel es excelente, muy cerca de la plaza Cataluña y casi al lado del Paseo de Gracia. Se puede caminar fácilmente a todos los lugares del centro de Barcelona. La habitación era cómoda y todo estaba limpio.

La habitación resultó algo pequeña para tres personas, pero perfecta para parejas. Si se trata de un bebé, es posible acomodar a tres personas en la cama, pero si es más grande, no lo recomendaría. El personal fue muy atento y amable. Ofrecen servicio de desayuno, aunque nosotros no lo probamos.

Alojándome en este lugar tuve la experiencia de estar cerca de una parada de metro y al frente un bar que se mantenía abierto hasta tarde. El lugar estaba muy limpio y tranquilo, la habitación equipada con todos los detalles, incluso una tabla para planchar y productos de higiene. El servicio fue muy amable y la limpieza de la habitación, excelente. Una buena opción para ir al estadio olímpico.

Fuimos a la ciudad para disfrutar de un concierto y decidimos alojarnos en el Hotel Sansi por su buen precio y por estar ubicado en el centro de la ciudad. Los empleados nos trataron muy bien, pero las instalaciones no ofrecían mucho. La recepción estaba ubicada debajo de una escalera y el comedor era un metro cuadrado en la entrada, el desayuno era escaso. La habitación era pequeña pero tranquila, la cama era cómoda, solo la colcha estaba un poco sucia. El baño era pequeño pero estaba bien equipado, había algunos amenities, una botella de agua y una mini nevera. Lo malo fue que algunos aparatos no funcionaban como el secador de pelo o la televisión. El wifi tampoco era bueno. Había un hilo musical que se escuchaba desde la habitación y no se apagaba hasta la mañana. La puerta del baño solo se podía entornar. Si buscas un hotel para pasar la noche, el Hotel Sansi es una buena opción para ahorrar un poco.

Alojarme aquí hace un par de semanas me hizo darme cuenta de que la relación calidad-precio es más que conveniente y la ubicación muy buena, pero el personal deja mucho que desear. Además de cobrarnos casi el doble del impuesto de estancia al llegar, hemos tenido una incidencia en la que dejamos una prenda en la habitación. Estamos completamente seguros de que se dejó en ella, informamos al día siguiente y aún hoy no hemos recibido ninguna respuesta. No se trata del valor económico de la prenda, sino del valor sentimental, ya que era una camiseta de algodón que no se podía conseguir en tiendas. El personal de limpieza se queda con cosas que no son suyas, mienten y engañan, mientras que el personal de atención demuestra una falta de atención e interés total. No había pensado que alguna vez me olvidaría algo en un hotel, pero me siento decepcionado de la profesionalidad y la honradez de los encargados y del trato hacia los clientes.