Majestic Hotel & Spa Barcelona GL

Llegamos al alojamiento alrededor de las 14:30 y nos informaron de que nuestra habitación aún no estaba lista. Aunque aceptamos la situación, nos hubiera gustado poder refrescarnos después del viaje. Nos ofrecieron utilizar el SPA, pero no nos pareció cómodo tener que abrir las maletas y cambiarnos de ropa antes de tomar una ducha. Recalcamos que queríamos una habitación con dos camas en un piso alto, a lo que nos aseguraron que no habría problema y nos asignaron la habitación número 807, que estaría lista cuando volviéramos después del partido. Sin embargo, al volver, encontramos que nos habían cambiado a la habitación 206 (que según el hotel, era la peor que tenían) y aún no estaba preparada para nosotros (con las dos camas juntas, tal como lo habíamos pedido). Al reclamar, la respuesta fue que no había otra habitación disponible. Como teníamos poco tiempo para salir a cenar, tuvimos que cambiarnos rápidamente mientras un grupo de cinco personas arreglaban la habitación. Pedimos un piso alto porque soy claustrofóbica y al ver las vistas desde la ventana, comencé a sentir ansiedad. Intenté contrarrestarla con medicación y poniendo el aire acondicionado al mínimo (incluso consideré abandonar el hotel), lo que nos causó un resfriado. Al día siguiente, estuvimos esperando el traslado al aeropuerto y al ver que se retrasaba, informamos a recepción y reclamamos el servicio. Nos dijeron que el transporte había estado esperando en la puerta desde la hora acordada y que había entrado para informar en recepción, pero le dijeron que no estábamos alojados allí. Viajamos con otra pareja y les dijeron que estábamos en su misma planta (la ochocientos treinta y algo) e incluso les dieron algún detalle de bienvenida. En nuestra habitación, el único detalle fue que la caja de kleenex estaba vacía y habían puesto una encima para disimularlo...

El alojamiento fue maravilloso, en particular el personal fue excepcional y siempre se preocuparon por nuestras necesidades. La habitación era magnífica, el desayuno espectacular y la ubicación inmejorable. Nos ha encantado nuestra estancia, un 10 de valoración. ¡No se puede pedir más de un hotel!

Increíble estancia en un hotel de Barcelona. La habitación era encantadora, con vistas al Paseo de Gracia. El personal era muy atento y amable, especialmente Linda durante el desayuno y Franco en la terraza, que nos atendieron de manera excelente. La decoración era elegante y atemporal. El bar tenía un ambiente que recordaba a los años 40, disfrutamos de unos cócteles por la tarde mientras escuchábamos al pianista. Era difícil salir del hotel, a pesar de que íbamos a un concierto de Madonna en el Palau San Jordi.

La estancia ha sido excepcional. Es difícil sentirse como en casa en un establecimiento de 5 estrellas, pero en este lugar lo han conseguido. La habitación era perfecta y el equipo de recepción muy eficiente y atento en todo momento (agradecimientos especiales a la Sra. Susana). El trato del personal del hotel es maravilloso y altamente profesional, liderado por el Sr. Billard. Los huevos Benedict del desayuno son una exquisitez. Y sin duda, el rooftop es el mejor de toda Barcelona.

Un alojamiento que merece una segunda visita. Desde el momento de la llegada hasta la partida, el equipo fue extremadamente amable y profesional. Siempre dispuestos a ayudarnos con cualquier solicitud. Sin duda, en próximos viajes, repetiría la experiencia en este establecimiento.